Cómo eliminar las muletillas de tu vocabulario
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Se vuelve costumbre y no nos damos cuenta. Casi todas las personas repetimos expresiones una y otra vez al tener una conversación o delante de un público, tanto en el ámbito personal como laboral, estas palabras son llamadas muletillas y, de repetirlas en exceso, será mejor que aprendas a cómo eliminar las muletillas de tu vocabulario. ¿Estás listo?
Qué es una muletilla
“Ok”, “uuumm” y “o sea” son tres de los recursos más repetidos en nuestro vocabulario. Todos hemos usado estas palabras alguna vez para poder conectar una idea. Y es que la palabra “muletilla” significa una voz o frase que se repite mucho por hábito. Es decir, nos acostumbramos inconscientemente y creamos dependencia a la hora de expresarnos.
Recurrir a estas “asistencias” verbales deja mucho que desear frente a una conferencia o una reunión en el trabajo. Refleja un vocabulario limitado y falta de profesionalismo por parte del orador, quien seguramente no se ha dado cuenta de sus fallas.
Recomendaciones
A continuación te dejamos algunas recomendaciones para abandonar esta costumbre, y así impulsar tu habilidad oratoria a un nuevo nivel.
Como te has dado cuenta, el primer y más importante paso es reconocer cuáles son tus muletillas. Muchos profesionales se graban a sí mismos en formato de audio cuando se desempeñan ante una audiencia o en una conferencia. Es tan sencillo como utilizar la grabadora de tu teléfono, registrar tu voz e identificar esas “ayudas” que repites muy seguido.
“Quedarse en blanco” es una situación incómoda por la que todos hemos pasado, principal culpable del típico “miedo escénico” que sufren muchas personas. Cuando te encuentres con una idea sin completar, es fundamental hacer una pausa para calmarte, tomar un par de segundos, reorganizar tu cerebro y poder seguir proyectando tus palabras.
Somos humanos y cometemos errores. Al equivocarnos, tendemos a perder confianza y caer en los malos hábitos reiterativos. En caso de suceder esto, lo mejor es hacer un corto silencio, respirar y rectificar. También es bueno reconocer la equivocación ante el público y seguir adelante; esto humaniza tu oratoria y crea más empatía, sin embargo, recurrir a esto en muchas ocasiones puede afectar tu credibilidad.
Nos ha sucedido que hablamos sobre un tema o contexto específico y se nos escapa esa palabra precisa que define toda la explicación. En estos momentos es bueno expresar claramente la necesidad de asistencia crear feedback con el público. De nuevo, es una herramienta empática que demuestra humildad, aunque no es recomendable repetir esta táctica muchas veces.
Un orador de calidad posee un vocabulario rico y amplio, gracias a una rutina saludable de lectura. Aprende nuevos términos a través de los libros, lee sobre cualquier tema y haz de esto una buena costumbre para decir adiós a las muletillas, todo para sepas cómo mejorar tu dicción.