¿Cómo prevenir el acoso escolar?

El acoso escolar, también conocido como bullying, es una de las maneras de acoso más comunes que se pueden dar principalmente en un entorno de estudio. Este acto afecta cada día a más niños y adolescentes que no saben cómo lidiar con este problema ni que acciones tomar.

Este tipo de acoso se caracteriza por ser un comportamiento con tendencias agresivas e intencionales, incluye en su mayoría el uso de la fuerza y el poder. También se puede manifestar verbalmente a través de insultos y burlas. A continuación, en el artículo de hoy te enseñaremos cómo prevenir el acoso escolar.

Comprender lo que significa el acoso

Un paso fundamental para prevenir el acoso escolar es comprendiendo en primer lugar qué es lo que significa el acoso y qué implica este comportamiento. En general, el deber de explicar el concepto de este acto se les atribuye a los padres, maestros o autoridades.

Los niños y adolescentes tienen la oportunidad de identificar qué es el acoso escolar si tienen un conocimiento previo de este acto. Lo anterior les permite tener una visión más directa y completa a la hora de sufrir esta conducta.

Por otro lado, al comprender lo que significa el acoso escolar, los niños y adolescentes pueden fácilmente hablar del tema con adultos que sepan cómo guiarlos y ayudarlos. El adulto tiene el papel fundamental de aconsejar a la persona afectada e incentivarla a que denuncie esta situación con las autoridades mayores de su entorno.

Otra manera de entender el acoso escolar es enfrentando al maltratador, es decir, la persona afectada puede decirle directamente al sujeto que lo acosa que se detenga y no prosiga con su comportamiento. En caso de que esto no funcione, el niño o adolescente deberá reportar directamente esto a las autoridades de la escuela.

Crear una línea de comunicación

La comunicación en este tema es fundamental para la prevención del acoso escolar. En este caso, los adultos y los niños o adolescentes tienen la oportunidad de mantener una buena comunicación expresando y escuchando los sentimientos o pensamientos. Los padres deberán estar atentos a las acciones de sus hijos e invitarlos a abrirse con respecto a sus vivencias diarias.

De igual forma, los adultos en general deben crear un vínculo de confianza con los niños y adolescentes, para que los mismos se sientan seguros y cómodos a la hora de expresar sus emociones. Una manera de mantener la línea de comunicación es preguntándole a la persona afectada acerca de su círculo de amigos, sus profesores, su ambiente escolar y sus opiniones con respecto al entorno que la rodea.

Si bien puede ser una tarea complicada, es completamente posible aumentar la confianza con los adolescentes.