Cómo hacer un discurso persuasivo
| |A la hora de dirigirte a un público masivo, o a una sola persona, puedes mantener en mente diferentes objetivos: informarles de algo, entretenerlos un rato o convencerlos de ejecutar una acción específica. Esta última es considerada como una técnica de oratoria persuasiva que logra influir en el pensamiento y emociones de quien te está escuchando para conseguir un resultado en específico.
Lo más común a la hora de ejecutar un discurso persuasivo es ir directamente por las emociones, como punto débil de las personas quienes se sentirán mayormente identificados y estarán dispuestos a cumplir con tu mismo objetivo hablado. En este artículo te daremos unas recomendaciones para que sepas cómo hacer un discurso persuasivo.
¿Qué lleva un discurso persuasivo?
Sobre todas las cosas, debes tener en mente de forma clara qué es lo que quieres conseguir empleando dicho discurso. Los motivos pueden ser infinitos. ¿Cambiar el modo de ver a la comunidad LGBT?, o tal vez ¿hacer que erradiquen en su totalidad la pena de muerte en el mundo?, o algo tan sencillo como que quieres vender tu producto, más allá que solo diciéndoles por qué deberían obtenerlo gracias a sus beneficios, sino creando un lazo emocional con el cliente.
También, puedes apoyar tu discurso con algún material en físico o audiovisual que refuerce con mayor impacto lo que estás diciendo con tus palabras. No siempre es necesario, porque basta con una línea estratégica sólida y un buen porte a la hora de hablar para que el mensaje llegue con éxito, pero puede ser un soporte que no estorbaría mucho.
Haz preguntas para captar al público
Algo bastante común, aplicado durante el discurso persuasivo, son las preguntas directas. Dirigirte a tu público y preguntarle qué piensa sobre el tema o qué cree que pasaría si tal escenario fuese el ejecutado, hace que el mismo se sienta incluido en la temática, más que solo limitarse a ser un oyente sobre la silla. Con efectivas preguntas que ataquen este sentido emocional, dejarán a las personas pensativas.
El hecho de que conozcas bien el tipo de público al que te vas a dirigir hará que la estructura de argumentos que aplicarás sea mucho más efectiva. Si sabes qué es lo que quiere o qué es lo le hace falta y que tú puedes solucionarle, hará que te apropies con mayor seguridad del tema, y sea mucho más directo y claro el resultado final.
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