Cómo diferenciar a una rana de un sapo
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Quizás ya sabías que los anfibios son animales vertebrados muy curiosos que fueron los primeros en adaptarse a la vida semiterrestre (pueden estar tanto en medios acuáticos como en tierra). Se diferencian de muchos otros animales vertebrados porque presentan cambios drásticos durante su desarrollo, por ejemplo, poseen branquias empezando su ciclo de vida pero luego desarrollan la capacidad de respirar fuera del agua cuando son adultos.
Las ranas y los sapos son anfibios, y son tan parecidos entre sí que la gente tiende a confundirlos. Es más, hay quienes piensan que la rana es la hembra de la especie y el sapo es el macho. Esta creencia es errada.
Para aclarar mejor el tema, aquí te dejo un par de características que te facilitarán un poco el trabajo al momento en el quieras saber cómo diferenciar a una rana de un sapo.
Ranas
Aunque físicamente se parecen mucho a los sapos, por lo general, las extremidades de las ranas son más largas y delgadas, lo que les permite una mayor agilidad y destreza al desplazarse. Prefieren los medios acuosos a los medios terrestres. Su piel es mucho más húmeda y lisa, rasgo que le confiere un aspecto brillante y algo viscoso.
Las ranas suelen ser más delgadas que los sapos y realizar saltos más largos. Les atraen los lugares húmedos y a la hora de poner sus huevos los depositan en el agua, en grupo y rodeados de una sustancia de consistencia gelatinosa que los mantiene unidos.
Sapos
Sus extremidades tienden a ser más cortas y gruesas que las de las ranas por lo que su agilidad es menor y no suelen hacer grandes saltos. Prefieren los ambientes secos o áridos y el medio terrestre sobre el acuoso.
Su piel es más seca, áspera y verrugosa, y su apariencia física, por lo general, es más gorda o grande que la de la rana. Así como las ranas, los sapos ponen sus huevos en el agua, pero a diferencia de estas, los colocan el fila o hilera y sobre plantas acuáticas que les sirvan de soporte.
Excepciones
Si no existieran las excepciones a la norma diferenciar a las ranas de los sapos sería relativamente sencillo para el buen observador. Sin embargo, la realidad es otra. Existen especies de sapos cuya piel es más lisa y parecida a la de las ranas, también los hay con extremidades largas que pueden dar grandes saltos y son ágiles.
Asimismo, sucede el caso contrario, hay clases de ranas cuya piel es más seca y áspera, además de otras clases cuyo cuerpo es más ancho y sus extremidades son más cortas. Lamentablemente, en esos casos sí se requiere de la ayuda de especialistas para saber cuál es cuál.
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