Cómo saber cuáles son los alimentos que no se vencen

Algunos productos naturales pueden ser eternos si se los saben almacenar. Hay una serie de alimentos que jamás se pondrían en mal estado. Atendiendo a estas cuestiones, a veces muy técnicas, entre los consumidores están quienes revisan rigurosamente las fechas de vencimiento de todo lo que ingieren y tiran los alimentos el mismo día que se vencen, por más que el producto esté en buen estado. En el otro extremo, otros, por descuidos o por brindarle poca importancia, no los apartan de la dieta diaria poniendo en riesgo su salud.

Cómo saber cuáles son los alimentos que no se vencen

¿Cuándo se vencen?

Todos los alimentos traen en su envase la indicación de la fecha de caducidad por cuestiones de seguridad e higiene. Entre la información suele figurar, además, la fecha de elaboración o de envasado. La vida útil de un consumo comprende un período que transcurre desde la preparación hasta el deterioro, remarcando hasta qué momento puede ser ingerido, de modo que luego de ese período la seguridad del producto puede alterarse. Hay productos que jamás se pondrían en mal estado, independientemente de las indicaciones que porten.

Cómo saber cuáles son los alimentos que no se vencen

Los que no se vencen

El arroz: incluso si se desarrolla una capa de polvo en la bolsa o caja, el arroz en el interior es tan bueno como el día que se le compró, siempre que se trate de blanco, arborio o basmati.

La sal: la sal de mesa, sal de mar o sal kosher, se mantendrá tan fresca como el día que se la compró y permanecerá así hasta que se acabe.

La salsa de soja: por el alto nivel de sal y contenido ácido, este tipo de ingrediente se conservará indefinidamente.

Cómo saber cuáles son los alimentos que no se vencen

La miel: se debe almacenar en un ambiente con poca humedad y a una temperatura relativamente baja se conserva indefinidamente. Es naturalmente antimicrobiana, por lo que no se estropea.

El almidón de maíz: para mantener indefinidamente el almidón de maíz es clave mantenerlo seco, bien cerrado y en un lugar fresco.

El vinagre blanco: nunca se echará a perder, aunque esté abierto. Así que no está de más abastecerse de este producto, de manera que siempre haya en casa cuando se necesite.

Porotos secos: pueden mantenerse aptos para el consumo de forma indefinida. Se necesitará más tiempo para ablandarlos cuando se los cocine después de un año o dos, pero no perderán su valor nutricional.

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