Cómo preparar el rebozado perfecto
| |Tabla de contenido
Sea pollo, carne, pescado o vegetales no hay nada más delicioso que la cobertura cuando tienes un rebozado perfecto. Sin embargo, al freír muchas veces vemos cómo la harina se despega de la pieza que queremos preparar, como el huevo se pega de nuestros dedos y no de la comida y al final, la pieza no queda como esperábamos.
Para todo esto hay una solución, o más bien, tres soluciones que aseguran que obtendrás el rebozado perfecto siempre, sin importar qué estés preparando.
Técnica 1: Cobertura total
Para esta técnica necesitaras una freidora o un caldero con mucho aceite, harina, huevo, leche, sal y pimienta al gusto y un vaso alto.
- Prepara tu rebozado perfecto mezclando la harina, el huevo, la leche y la sal en un bol. Luego, transvasa esa mezcla al vaso alto.
- Sumerge en el vaso la pieza que desees rebozar utilizando una pinza o un tenedor. También puedes utilizar un pincho.
- Permite que el exceso de rebozado se escurra y con un movimiento preciso desliza tu pieza en la freidora o caldera. No permites que toque los bordes o el fondo y da vueltas cada 6 minutos, hasta que esté dorado.
Técnica 2: Doble rebozado
Para esta técnica necesitarás una sartén, aceite, un par de huevos batidos en un bol, un plato con migas de pan y un plato con harina.
- Pasa la pieza por huevo y cerciórate de que no quede un espacio sin cubrir.
- Pasa la pieza que deseas rebozar por harina. Asegúrate de cubrirla bien y que no queden grumos.
- Pasa la pieza enharinada por huevo, dale vueltas con un tenedor y procura que la harina no se despegue.
- Pasa la pieza por el pan rallado, completando la cobertura del rebozado perfecto.
- Desliza tu pieza en la sartén con aceite caliente. Dale vuelta cada 7 minutos a fuego medio, hasta que esté dorado.
Técnica 3: Congelado y al horno
Esta técnica es una continuación de la técnica número 2. Debes seguir los pasos del 1 al 4, pero en vez de freír inmediatamente, se reservan las piezas en la nevera de forma que el rebozado perfecto se asiente y solidifique, y luego se cocina al horno a 250ºC
¡Ya no tienes excusa para no preparar un rebozado perfecto cada vez!