Cómo preparar jugo de aloe vera

El aloe vera es una herramienta útil a la hora de curar o producir algún bien en nuestro organismo. Si es tratado como corresponde en la preparación y no tardamos en prepararla una vez cortada la hoja de aloe, podemos disfrutar de múltiples productos derivados de ella.

Y es que el aloe se oxida con asombrosa rapidez y pierde sus propiedades si no es tratado con cautela. No obstante, posee innumerables propiedades para nuestra salud, volviéndose una planta maravillosa conocida sobre todo por su poder curativo.

Propiedades del aloe vera

Esta planta sirve para tratar afecciones de la piel, malestares generales y su uso es de forma externa. En esta oportunidad, un jugo de aloe vera servirá de apoyo para nuestro organismo.

Si tienes una planta de aloe vera en tu casa, o puedes conseguirla de forma sencilla, intenta  preparar este maravilloso jugo que te ayudará a sentirte mucho mejor y con más energía para enfrentar las actividades del diario vivir.

Este jugo tiene múltiples propiedades entre las cuales se mencionan todo tipo de trastornos digestivos, regulación del tránsito intestinal, inhibidor de acidez, curación de úlceras del intestino y estómago. Aunque hoy día el aloe se compra de forma comercial, lo ideal es beber uno preparado en forma casera. Cuando preparamos el jugo nos aseguramos de que es 100% aloe, sin sospechas de otros elementos contraproducentes, aditivos químicos, conservantes o saborizantes.

¿Cómo preparamos el jugo?

Cortamos con un cuchillo bien afilado algunas hojas de una planta de aloe vera, se debe tener en cuenta que se retiran las hileras laterales que tienen espinas. Posteriormente, se lava cuidadosamente las hojas, se pela la cáscara y se desechan. Se debe quitar la capa amarillenta que está debajo de la corteza y reservar solo los cristales que se encuentran en el interior de las hojas. Eso lo licuamos con el jugo de nuestra preferencia hasta tener una consistencia homogénea.