Cómo preparar el biberón de tu bebé
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Cómo preparar el biberón de tu bebé
Si eres madre primeriza y estás enredada con la alimentación de tu recién nacido, esta información te ayudará. Con la práctica, aprenderás a preparar el biberón de tu bebé. Muchas veces los nenes son reacios a la lactancia los primeros días o a las madres les cuesta generar leche materna. Así que esto es una alternativa que inclusive, los médicos, recomiendan para alivianar la carga de la alimentación infantil. Sigue estos pasos para que tu niño reciba lo mejor en cada tetero que le prepares.
Primero que nada limpia el biberón
Luego de sacar el biberón de su empaque esterilízalo. Calienta un poco de agua en una olla amplia o en el equipo esterilizador, espera que hierva y apaga la cocina. Déjala reposar unos 3 minutos y sumerge la botella, la mamila y todas las tapas en esa agua.
Deja todo allí para que se elimine cualquier bacteria que pueda causarle daño a tu bebito. Cuando se esté enfriando el agua donde lo estás esterilizando, lávate bien las manos con un antibacterial y saca todo de la olla. Coloca cada cosa sobre un paño recién lavado y seco con cuidado.
Preparar y Servir la leche
Por cada onza de agua, añades la mitad de una medida de las que vienen en el envase. No se recomienda la medida completa para que no quede tan espesa y asemeje más a la leche materna. Que es de consistencia fluida y sin grumos ni espuma. Debes batirla bien, con sumo cuidado de que no se hayan formado grumos o motitas. Espera a que la espuma disipe para que no se llene de gases.
Sírvela en la botella del biberón con cuidado de no derramar y coloca la mamila, ajústala bien y no la vuelvas a batir. Ponle la tapa protectora, como preparar el biberón de tu bebé. Pero todavía no se la puedes dar hasta que te asegures que no está muy caliente.
Para medir la temperatura no necesitas un termómetro, basta con destapar la botella y dejar caer una gotita de la leche sobre tu mano, no en la palma sino por encima. Podrás notar si la leche está muy caliente porque te dolerá, pero no te quema. Cuando la gota te caiga y la sientas tibia pero no te duele como una quemada entonces ya está lista para ofrecerla a tu pequeño.
Así podrás prepararle la leche a tu bebé.