Cómo organizarte para que el tiempo rinda en la oficina

Lograr que el tiempo rinda en el trabajo es de los retos propios de nuestra generación. Pero entre café y café, fechas tope, post-its y notas tomadas a la carrera en reuniones, el día acaba y descubrimos que dejamos trabajo incompleto, que se suma al trabajo incompleto del día anterior. Sabes que debes solucionarlo pero no sabes qué hacer. Debes descubrir la manera en que el tiempo rinda en la oficina.

Aunque trates de hacerte mejor amigo del reloj, las horas pasan inexorables. Es imposible detener el ritmo del tiempo y las actividades por hacer se hacen interminables. Pero no desesperes, no es necesario y eso te hará perder más tiempo. Si haces un esfuerzo extra durante unas semanas, el trabajo en la oficina será tan sencillo como coser y cantar.

Configura tu horario

Hay actividades que debes realizar, de manera inevitable, cada día. Para que el tiempo rinda en la oficina, organiza un horario diario que incluya estas actividades, las horas a las que sueles realizarlas y cuánto tiempo te toma ejecutarlas. Tu primera semana será para anotar los patrones que sigues. Al empezar la segunda semana ya deberías tener orden en tus actividades fijas y no pasarte de tus tiempos fijados.

Pon un orden de prioridades

Anota por orden tus fechas tope, tus entregas pendientes y los proyectos a desarrollar, y ubícalos en tu calendario. Debes hacerlo adjudicando a cada uno el rango de prioridad pertinente. De este modo podrás trabajar primero en las entregas más urgentes. Luego podrás trabajar en los proyectos más importantes, y así sabrás por adelantado todo lo que debes hacer. De esta forma harás que tu tiempo rinda y las entregas finales no te tomen por sorpresa. Utiliza la segunda semana para hacer estos apuntes y lograrás que el tiempo rinda en la oficina.

Fija objetivos claros

Conocer tus entregas, fechas tope y proyectos te ayudará a agruparlos. De esta manera puedes identificar cuál es el objetivo final detrás de cada uno de ellos. No le dediques a cada labor más tiempo del que le corresponda según el horario. Tampoco llenes una semana de una sola actividad. Recuerda que en la variedad está el gusto. Además, el varias de actividades ayuda a que no pierdas los estribos y comiences a procrastinar. Es normal querer hacer todo al mismo tiempo, pero obedecer el orden de tus prioridades evita que lleves trabajo a casa.