Cómo mantener vivo a tu niño interno
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Si te miras al espejo y te preguntas qué fue de la persona que fuiste hace algunos años, qué ha pasado con tus ideales y cómo es que ya no te reconoces… Es tiempo de retomar un poco de ese espíritu juvenil y revivir a tu niño interno.
Para esto, solo debes volver a experimentar los placeres propios de la infancia.
Haz lo que te gusta
Y hazlo porque te gusta. Muchas veces la vida adulta no permite disfrutar de los pequeños y grandes placeres por falta de tiempo, miedo a las reprimendas sociales, o simplemente porque es impropio hacer ciertas actividades que asociamos con los niños. Qué importa. Si lo que quieres es quedarte en casa en medias comiendo Froot-Loops o ver todas las películas de Disney no hay ningún problema. Tu niño interno te lo agradecerá. No te limites por el qué dirán, piensa en tí y en tu bienestar interno.
Duerme más
Dormir 5 horas al día no te hace más eficiente: Te hace estar más cansado. Como adultos, pensamos que debemos optimizar nuestro día haciéndolo más largo; pero no es el caso. Si no dormimos bien, nuestro cuerpo no repone energías y estamos igual de agotados a la mañana siguiente. Para afrontar el día como un niño, lo mejor es dormir como uno.
Si de verdad esto no te es posible porque tienes responsabilidades y niños, entonces hazlo al menos una vez a la semana. Puedes quedarte en familia todo un domingo en la cama descansando. Repondrás energía y enfrentarás la semana con mucho más ánimo.
Date gustos
Si has limitado lo que comes y ya no pruebas lo que te hacía feliz de niño, tu yo de 5 años debe estarse preguntando de qué sirve crecer. Date el gusto de comer un helado, un pastel, una pizza entera tu solo, sin motivo aparente. En vez de llevar tu almuerzo a la oficina, compra una hamburguesa. Si vas al cine, lleva tus chucherías preferidas, y si la película que vas a ver es para niños… Créeme que la disfrutarás más.
Retoma tus hobbies
Si te gustaba pintar, patinar, leer, rayar las paredes, montar bicicleta, dormir en la grama o saltar en trampolines, retómalo. Hay un placer especial en reencontrarse uno mismo en las actividades de la infancia. Tómate tu tiempo para retomar las actividades a las que dedicabas horas de ocio en tu infancia y redescubre el placer de las cosas sencillas.