Cómo escribir un ensayo académico

No importa en qué etapa de tu educación te encuentres, siempre habrá al menos un profesor que solicite que escribas un ensayo académico respecto a un tema específico. Puede ser la vaca o el sistema de partículas y su relación gravitacional. Los ensayos se utilizan, primordialmente, para medir el nivel de conocimiento de los estudiantes respecto a un tema, o para sondear sus posturas respecto a situaciones específicas.

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Eugenio Montejo, gran poeta y ensayista venezolano, declaró en algún momento que todo lo que escribimos es un ensayo, porque no podemos hacer una versión final de nada cuando en el mundo no tenemos conocimiento de todo. Con esto en mente, podemos empezar nuestro ensayo académico.

Ensayando un tema

El primer paso es investigar al fondo el tema del que debemos escribir. En el ámbito educativo actual, el ensayo con más valor es el más original y capaz de aportar mayor valor: Ir más allá de los datos que exponen tus compañeros puede ser recompensado. Recuerda: es tu ensayo y en el debes tener alguna postura soportada con argumentos.

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Una vez que hayamos realizado la investigación pertinente, debemos escoger el enfoque que vamos a darle al tema: Podemos tratarlo desde la perspectiva humanista, científica, literaria, médica o experimental siempre que mantengamos un lenguaje culto en tercera persona (debes tener en cuenta que estás escribiendo para un profesor y para tus compañeros de estudio, de manera que debes cuidar tu estilo). Debes estar cómodo con tu enfoque, es lo mismo escribir sobre la depresión desde la perspectiva médica que desde la perspectiva histórica o humanista.

Tener un enfoque claro nos ayudará a empezar a escribir nuestra introducción. Todo ensayo académico respeta el esquema de introducción, desarrollo y conclusión; sin embargo, al tratarse de un solo cuerpo de texto, no debes dividirlo sino escribir de manera continua.

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Esto permite hacer un repaso de la información más reconocida sin saturar al lector en la introducción, pasando de manera orgánica a la argumentación del desarrollo, durante el cual debes enfocarte en los puntos fuertes de tu reflexión, de manera que al cerrar con tu conclusión, el lector la comparta de manera natural y esta llegue de manera espontánea gracias a la información que acaba de leer.

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