Cómo decir no sin culpa
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Muchas veces nos ocurre que nos enfrentamos a situaciones en las que no queremos estar involucrados o participar, pero no sabemos cómo decir que no.
Esto es más común de lo que te imaginas, pues muchas veces nos sentimos culpables por el simple hecho de expresar nuestro sincero deseo de negativa hacia algo. En la mayoría de los casos, ese sentimiento de culpa por decir que no viene motivado a que pensamos que nuestra decisión no gustará a nuestros allegados y, por ende, caemos en una especie de “crisis sobre lo que debemos hacer”.
No te dejes influenciar
Las decisiones que tomemos a lo largo de nuestra vida no pueden depender de los deseos de los demás. No obstante, para librarnos de influencias externas debemos aprender a identificar qué es lo que nos gusta y qué no.
Es importante determinar qué situaciones nos hacen sentir cómodos y qué nos produce rechazo, pues será de esta forma que tendremos mayor determinación para emplear un “no” sin problemas.
Otro punto fundamental para aprender a decir que no, es que no debemos dejarnos llevar por los deseos, comentarios o gustos de los demás. Tu deseo de encajar en un grupo no puede ser lo que determine tus acciones, pues de otra forma en el futuro te sentirás frustrado por participar en aquello que no te agrada.
Una cultura que acepta el no
Aunque no lo creas, hay culturas en las que decir que “no” no está mal visto; un ejemplo es la cultura japonesa.
En Japón es normal que las personas digan que no ante la solicitud de un favor o una demanda. A pesar de que para los occidentales esto es mal visto, en el país del sol naciente las personas respetan la voluntad del otro y prefieren que su interlocutor esté cómodo de cualquier forma.