Cómo cultivar jengibre en el jardín de la casa

El uso del rizoma del jengibre, a pesar de ser común en culturas asiáticas, se ha extendido hacia otras latitudes. No solo para darle toques exóticos a ciertas preparaciones culinarias, sino también como uso medicinal.

En la cocina, la versatilidad de su sabor permite intensificar el resultado final de platos dulces, salados y hasta zumos. En el ámbito de la salud, las propiedades del jengibre favorecen la digestión y la circulación sanguínea. Adicionalmente es utilizado como analgésico, antiinflamatorio y hasta para aliviar síntomas virales. Sirve como diurético y contribuye a mejorar el asma. Por todo esto y más, vale la pena cultivar jengibre en el jardín o patio de la casa.

Utensilios necesarios para el cultivo

• Rizoma de jengibre
• Herramientas de jardinería
• Abono o humus de lombriz
• Tierra ecológica
• Una maceta de 40 cm de profundidad y ancha. Puede usar bolsa de jardinería

Cómo cultivar jengibre

Para obtener mejores resultados es conveniente plantar en una maceta o bolsa de jardinería. Al comenzar a observar los brotes se puede trasplantar al suelo. Compra jengibre en el supermercado o mercado de hortalizas. Fíjate bien que esté duro, firme, limpio, sin arrugas, moho y mucho menos que se sienta blando al tacto. Si lo encuentras con algún brote verde muchísimo mejor.

Toma la maceta y rellénala con una parte de abono más tres partes de tierra ecológica, mezclas bien. Coloca el jengibre de forma horizontal con los brotes hacia la parte superior. Se debe enterrar a una profundidad de unos 5 cm aproximadamente cuidando que los brotes no queden bajo tierra.

Cuida que la tierra a utilizar esté floja, con suficiente espacios de aire para que el agua drene correctamente. Esta planta requiere de una tierra húmeda la mayor parte del tiempo. Es decir, no se trata de regarla constantemente sino cuidar que la tierra permanezca con humedad. Asimismo debes ubicarla en un lugar alejado de la exposición solar directa. El sol evita o retarda el crecimiento de nuevos brotes, o daña los ya existentes.

Se cosecha cuando sus hojas adquieran un color amarilloso. Se estima un tiempo aproximado de 10 meses, aunque si esperas más, puede tornarse muy fibroso.

Si al momento de plantar el jengibre el rizoma no tiene brotes, déjalo remojando una noche en un bol con agua. Al día siguiente ya estará listo para plantar y prepararte a recibir las bondades de esta maravillosa planta.