Cómo cuidar la piel grasa
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Cómo cuidar la piel grasa
La piel es el órgano que cubre todo el cuerpo humano, funciona como una barrera protectora de agentes externos. La piel necesita de muchos cuidados para que poder llevar a cabo su función. Dependiendo del tipo de piel que tengas, sus cuidados deben ser específicos. Existen varios tipos de piel, normal, mixta, grasa y sensible. Cada una requiere atenciones especiales para mantenerse saludables.
La piel grasa
Se caracteriza por tener una excesiva secreción de sebo. El sebo es el aceite natural que la piel segrega para mantener su elasticidad y mantenerla joven, sin embargo, si este sebo se produce de más comienzan a notarse una serie de características que podríamos llamar antiestéticas y que, además, pueden enfermar la piel.
Este tipo de piel tiene exceso de brillo. Además la aparición de puntos negros, espinillas y barros se hace presente. Pues la acumulación de sebo rellena los poros y esta acumulación se hace visible a través de los granos. Eventualmente si no proporcionamos un cuidado adecuado a la piel grasa, pueden aparecer manchas. Aunque no todo es malo para este tipo de piel. Justamente por su condición grasa, suele ser el tipo de piel que envejece más lentamente y es resistente ante agresiones externas como la insolación.
Cuidados
Son muy puntuales: debemos contar con una rutina de limpieza diaria y al menos una sesión de limpieza profunda una o dos veces por semana. Diariamente deberás limpiar tu rostro con productos específicos, pues los jabones del cuerpo suelen ser muy abrasivos para la piel de la cara, ya que remueven todos los aceites naturales. Lo que eventualmente significará la segregación de más grasa. Cremas hidratantes y humectantes deberán acompañar tu rutina diaria.
Para la limpieza profunda exfoliaciones y mascarillas serán tus grandes aliadas. La exfoliación removerá todas las impurezas profundas, además de las células muertas. Lo que ayuda al proceso de regulación celular y estimula la producción del colágeno. Las mascarillas hidratarán profundamente la piel y le brindará los nutrientes necesarios para controlar la producción de sebo.
Procura utilizar ingredientes naturales que beneficien tu tipo de piel, como la avena y la miel, que ayudan a disminuir el exceso de los aceites naturales. Así tu rostro tendrá un aspecto más saludable. Recuerda siempre consultar con un especialista antes de probar cualquier tipo de producto en la piel. Asegúrate de no presentar alergias a ninguno de los componentes de los productos que utilizarás.