Cómo y cuándo repotear una orquídea
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Las orquídeas son plantas fascinantes que enamoran a multitudes por su gran variedad de especies, de gran belleza y fragancias fascinantes. Pero su mantenimiento es una tarea de mucha dedicación, su naturaleza delicada así lo amerita. Las orquídeas se han mantenido durante miles de años en una constante evolución y su adaptabilidad se ajusta directamente a esa condición evolutiva. Estas características las hacen especiales y muy codiciadas por los aficionados y conocedores de las orquídeas.
El repoteo y su importancia
Repotear es el término que usan los cultivadores de orquídeas para reemplazar el medio de siembra de sus plantas. Repotear las orquídeas es esencial para su sobrevivencia, debido a que la acumulación de nutrientes y la descomposición de la materia orgánica en su medio de siembra, hacen que este se acidifique, condición de PH que desfavorece a la planta. El PH acido también puede fomentar la proliferación de hongos en tus orquídeas, que de no ser atacados a tiempo, pueden causar la muerte de la planta.
¿Cuándo se debe hacer un repoteo y de qué manera hacerlo?
Como regla básica se debe repotear una planta de orquídea cada dos años, todo de acuerdo al tipo de orquídea, el medio de siembra y la calidad del riego que se le haga.
Siempre hay que tener claro el tipo de sustrato ideal para la especie que tienes cultivada, y para eso debes documentarte bien al respecto. Al remover el viejo sustrato debes tener mucho cuidado con las raíces de la planta, las mismas no debes ser dañadas.
Para repotear, es ideal remover secciones dañadas o enfermas de la planta, cortándolas con una tijera debidamente esterilizada. Una vez colocado el nuevo sustrato, se recomienda usar un tutor para dar estabilidad a la planta mientras se fija naturalmente a su nuevo medio de siembra. Un riego a base de enraizador y vitaminas es ideal después de un repoteo.