Cómo confeccionar un joyero portátil
| |Guardar las joyas en un lugar seguro, que además podamos transportar sin que sea notorio. Ahora es mucho más sencillo. No se trata de un truco, tampoco de algo muy difícil de conseguir. Basta usar un poco el ingenio. Algunas telas que ya no vayamos a usar para otros propósitos y le invertimos también un poquito de tiempo y paciencia, para una tarea que hasta puede hacerse divertida. Estos se parecen más a un monedero o cartera de mano que a una caja fuerte. Con la particularidad de que, podemos llevarla a cualquier parte y nadie notará que llevamos allí nuestros tesoros. Además, la podemos mantener siempre dentro de un bolso o morral, en el equipaje del viaje sin arriesgarnos a que se rompan o pierdan.
Para hacer nuestro joyero usaremos
Retazos de tela preferiblemente todos del mismo tipo. Hilo que pueda ser cosido en este tipo de tela. Agujas o máquina de coser. Una aplicadora de broches tipo remache. Una tijera. Alfileres gruesos de perforar agujeritos en la tela. Una cremallera o un cierre velcro que podamos cortar al tamaño deseado. También podemos dejarlo al último para entonces comprar el del tamaño justo, y ponerle un cierre al final para que quede exacto.
Confección de los cilindros de exhibición
Lo primero que haremos, será cortar un rectángulo grande de 40 cm de largo por 15 de ancho. A partir de este, trazaremos un patrón con el cual vamos a cortar el otro trozo que nos servirá para reforzar la estructura principal. Además, para crear el pequeño bolsillo secreto para las cadenas y collares. Aparte, vamos a cortar un tercer rectángulo, pero un poco más pequeño, este sería de 30cm por 15 de ancho. Si queremos hacer el joyero más pequeño, basta con reducir estas medidas al tamaño que nos guste. Ese tercer rectángulo de tela, será la base de sujeción para las piezas pequeñas que quedan fuera del bolsillo, enganchadas a los cilindros exhibidores. Estas piezas se pegan entre si, dejando la parte superior abierta entre el segundo y el tercer rectángulo, pero pegando los otros dos entre si. Es importante que la tela exterior sea más fuerte que la interna, cosemos los bordes y ahora pasamos a la siguiente fase.
Se llaman así, porque las piezas al abrir el joyero, quedan expuestas en ellos. Se hacen rollitos de tela del color que se prefiera. Luego, se sellan con costura y a cada lado, con ayuda de la abrochadora, le fijamos broches para que tengan como pegarse al resto del joyero y se puedan quitar para sacar las piezas. Por último, les abrimos hoyitos a estos cilindros con los perforadores.
En los cilindros, colocaremos anillos, esclavas y piezas pequeñas, los aretes, zarcillos, gemelos y pendientes. Los colocamos en los hoyitos.