Compramos autos usados, muebles y, a veces, la ropa, pero la compra de productos electrónicos usados puede ser la compra más arriesgada de todas. No siempre tienen una garantía válida, pueden ser defectuosos, y puede no funcionar tanto como los nuevos. Aún así, comprar productos electrónicos usados puede ahorrarnos dinero y ayudar a reducir el desperdicio ambiental. Afortunadamente, podemos salir airosos de esta compra si hacemos las preguntas correctas y damos los siguientes pasos.

Investigar

Investigue el producto mismo. Algunos productos duran mucho tiempo y tienen mucha vida, algunos no duran tanto tiempo. Los productos con piezas mecánicas también son más propensos a desgaste. Si el producto tiene software, compruebe que el fabricante todavía lo admita. Esto puede o no importar dependiendo del dispositivo. Por ejemplo, un dispositivo como un teléfono inteligente que depende de las aplicaciones será más probable que se convierta en obsoleto antes que una lavadora, donde el software nunca necesita cambiar.

Además, hay versiones de productos particulares que pueden tener una falla conocida con ellos.

Leer comentarios en línea. Usted puede hacer las preguntas del propietario para ver si el producto tiene estos problemas. Por ejemplo, algunos dispositivos pueden tener varias quejas sobre el mango que sale, o quizá la unidad se sobrecalienta cuando permanece inactiva durante unos minutos. Mire atentamente el dispositivo usado en persona, si es posible, para ver si estos defectos están presentes. Por lo general, la investigación preliminar le dirá qué buscar.

Garantías

Asegúrese de que el producto viene con una garantía decente. Si usted está comprando desde una cadena minorista u otros vendedores de renombre, es probable que algún tipo de garantía esté disponible. Averigua cuánto dura esto y qué cubre. ¿Puede comprar cobertura adicional? Si es así, ¿por cuánto tiempo y cuánto cuesta? Incluso si usted decide no comprar la garantía extendida, el hecho de que se ofrece podría sugerir la confianza de la empresa o fabricante en el producto.

Aferrarse a cualquier recibo o papeleo que haya recibido. Usted necesitará una orden judicial válida para recibir una reparación o reemplazo. Esto es especialmente importante si usted está pagando con dinero en efectivo. Los recibos pueden probar que lo compró y cuándo. Guarde su recibo en un lugar seguro. Nunca se sabe cuándo puede ser útil.