El cutis es la carta de presentación ante otras personas y es por ello, que la limpieza de esa zona es de especial importancia para todos. Como aspecto resaltante, la piel del cutis muestra en muchas ocasiones como somos, como responde nuestra personalidad al cuidado y como dejamos que otras personas nos vean. Es importante entonces tener una óptima limpieza de rostro que denote en nosotros una piel cuidada y con un aspecto increíblemente saludable. Sin embargo, el trato que le damos al cutis está bañado con muchísimas cremas para la piel, recomendaciones y exceso de utensilios que solo nos limita a la hora de tomar acción. Usemos entonces los elementos que tenemos día a día al alcance de nuestra mano.

Para usar alguna crema, o tratamiento debemos estar claros de que piel tenemos

Debemos saber qué tipo de piel tenemos: seca, grasa, normal o mixta. Existen actualmente consejos que son muy útiles para iniciar el cuidado de la piel que, sin importar el tipo, puede ayudar a tener un rostro fresco. Si tomamos mucha agua, podremos lograr la correcta hidratación del cutis. Así que, debemos ingerirla regularmente para tener un elemento fundamental. Se recomienda, el clásico de los nutricionistas: hacer ejercicio y comer de forma saludable, si incluimos muchas frutas, verduras, nueces y semillas. De esta forma, conseguiremos todas las vitaminas necesarias para que nuestra piel tenga luz propia. Adicional, hay que vigilar el consumo de carne, pescado, harinas, azúcar y alcohol.

Se debe moderar el uso del maquillaje, porque sus químicos pueden afectar de forma negativa a los poros del rostro. Hay que moderar el uso para no tapar los poros y contaminar la piel. Esto es necesario para poder mantener el cutis saludable. Trate de practicar alguna exfoliación o tratamiento especial indicado para el rostro. Aparte, para mantenernos saludables debemos evitar exponernos al sol por largos períodos de tiempo. Nos puede perjudicar, provocándonos arrugas y, en el peor de los casos, cáncer de piel.

La actividad constante mejorará la piel

La piel mejorará eventualmente si se tiene en cuenta una actividad que incluya movimiento del cuerpo. Si hacemos ejercicios 15 minutos al día y tenemos una limpieza correcta, podemos evitar que el sudor tape nuestros poros. Tendremos una piel mucho más tersa y suave en todos los aspectos. Además, podemos mojar un algodón en una cucharada de leche, frotarlo por el rostro suavemente y con movimientos circulares, dejando actuar la leche durante 15 minutos y finalmente lavándola con agua fría.