¿Cómo ser más empático?

La empatía es una de las cualidades más necesarias en el mundo contemporáneo. Precisamente, porque es un rasgo muy valioso en el entendimiento humano. En ese sentido, se debe asumir como actitud vital el ser más empático. Esto, con la finalidad de ser mejores personas, para nosotros mismos y para los demás.

Deshazte de tu ego

Esta frase, si bien puede sonar mística, no lo es. El ego es todo aquello que nos coloca como seres superiores ante el resto. Ahí es donde se almacenan todos los prejuicios y concepciones sin fundamento que se tienen sobre los demás. Para ser más empático es preciso eliminar o minimizar los juicios sobre los demás.

Ejercitar la comprensión es esencial para ser más empático. En aras de lograrlo, hay que ponerse en los zapatos del otro. También es importante entender las cosas desde su contexto y desde sus experiencias. Cabría preguntarse: si yo estuviese inscrito exactamente en el mismo contexto, ¿en realidad mis acciones serían diferentes?

Atención, paciencia y guardar silencio

Antes de argumentar, es preciso poner la más absoluta atención a lo que se nos dice. Este es un eje fundamental en la tarea de ser más empático: poner prioridad a la escucha en lugar del habla.

En relación con lo anterior, está la paciencia. Las personas tienen formas de expresarse y ritmos para sentir las emociones. Parte de ser más empático es respetar la cadencia de cada individuo y no buscar la prisa.

La mejor forma de poner en práctica la atención y la paciencia es guardando silencio. Esto, no solo en las palabras sino en los pensamientos. Al ser más empáticos, el objetivo debe ser entender lo más posible el otro. De ninguna manera debe buscarse reafirmar nuestras posturas.

Si no se callan las palabras y juicios internos esta meta es imposible. Pero si se logra, indiscutiblemente se estará siendo más empático. Así, ser más empático te ayudará a relacionarte mejor con las personas, y a entender mejor la “realidad del otro”.