Un informe es un texto que tiene la finalidad de dar a conocer y comunicar un tema específico. Aunque parezca cosa fácil, tiene una estructura y modo de ser presentado. Por lo tanto, es importante conocer cómo redactar un informe. De esta manera, el tema tratado se expondrá correctamente, al punto de que todo lector entenderá sin problema.

Los informes se manejan en diversos ámbitos. En cualquier trabajo, a nivel escolar, estudios universitarios, en la política, etc.  Sin embargo, antes de comenzar el proceso de redactar un informe, es importante conocer el tipo de informe a realizar.

Tipos de informes

Antes de empezar a redactar un informe, se debe elegir entre los tantos tipos que existen. El texto puede ser presentado de forma expositiva, interpretativa o demostrativa.

En el informe expositivo recoge en su redacción una secuencia de hechos sin análisis e interpretaciones del autor. Es importante colocar antecedentes que permitan ayudar a entender el tema central. El informe interpretativo obliga al redactor a analizar varias situaciones desde diversos puntos de vista. De esta manera obtiene algunas conclusiones que permitirán un aporte de recomendaciones.

Mientras que el informe demostrativo exige describir los pasos seguidos por el redactor para encontrar las conclusiones obtenidas. Este tipo de informe es el más común, especialmente en los estudios en sus diversas etapas. Se le conoce también con el nombre de científico o técnico.

Para redactar un informe

Al realizar un informe es necesario cumplir con ciertos aspectos. El primero de ellos, fijar el objetivo, luego seleccionar la información, analizar lo obtenido, evaluar  y verificar. En este punto se procede a estructurar el informe e iniciar la redacción.

Es aquí donde se debe cuidar el uso del lenguaje. Es importante ser claro, concreto y objetivo. Además el redactor debe evitar el uso de frases verbales como: pienso, deseo, me gustaría. En su lugar puede utilizarse se observa, se ha analizado, entre otras frases.

Organizar muy bien las ideas antes de iniciar la redacción del informe. Es la forma de mantener un orden en los datos recabados. En consecuencia, permite realizar un análisis ordenado y destacar la información realmente relevante.

Un buen informe menciona la fuente de donde se obtuvo la información. Algunos colocan los datos al pie de página cuando se trata de citas textuales. Otros prefieren realizar un anexo bibliográfico.

El informe debe ser objetivo. No permite opinión directa del autor. Redactar un informe además implica una estructura. Es decir, debe contener introducción, el desarrollo y la conclusión. En la última parte se recogen los resultados obtenidos.