Cómo hacer inciensos ambientadores
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Del ambiente que tengamos en casa, puede depender el estado de ánimo y el cómo nos vamos a desenvolver en nuestras actividades diarias. Los aromas juegan un papel esencial para despertar todos los sentidos, si sabemos cómo hacer inciensos ambientadores, podemos darle un toque especial a nuestro espacio personal.
El aroma perfecto
Necesitamos olores que nos agraden, que, a pesar del humo, no sean contaminantes y tampoco causen alergias. Las varillas o conos de incienso no siempre son la mejor opción, porque ya tienen un olor especifico. Lo mejor es hacer inciensos ambientadores a nuestro gusto. Comencemos por combinar el material que se va a quemar y hacer de emanador natural. Hacemos una brasa, esto podemos lograrlo con aserrín o trozos de madera desmenuzados, no se recomienda usar fibras de telas, papel ni nada procesado, porque además de que su olor es muy fuerte y opaca al del aroma, también es muy contaminante porque ya tiene químicos.
Aromas sugeridos
Para producir un aroma relajante al hacer inciensos ambientadores, desmenuzamos un cubo de alcanfor, le añadimos hojas de eucalipto y laurel molido a la brasa. Para un aroma dulce, a la brasa le podemos verter canela molida, aceite de lavanda y romero molido. Si lo que necesitamos es un ambiente místico, nada como las piedras de mirra e incienso de iglesia, mientras menos cantidad coloquemos menos humo hará. Debemos mantener la brasa viva y cada vez que se consuma la mezcla ambientadora, le añadimos un poco más. Otra mezcla muy relajante es la de flores secas, se sugieren rosas, manzanilla (camomila) y sauco, así podemos hacer inciensos ambientadores de olor floral.
Olores de brisa fresca
A la brasa le vamos a añadir hojas secas de menta, eucalipto, incienso de iglesia y le chispeamos un poco de azúcar. Como el azúcar se quema muy rápido, hará suficiente humo para propagar el aroma, a esto también podríamos añadirle palma de olivo seca bien triturada.