Cómo hacer cotufas acarameladas

Ideales para una tarde de cine, también para ofrecer a los invitados en una reunión en casa o para darles a los niños una merienda nutritiva y deliciosa, entre todas las cosas que se pueden hacer con el maíz, dependiendo de su tipo. Cómo hacer cotufas acarameladas, requieren de un tipo de maíz muy singular, que se infla con el calor y estalla en una palomita o roseta. Regularmente se comen con sal y mantequilla, pero también podemos cambiarle el típico sabor salado por uno más atractivo.

Primero preparamos el maíz

Se vende en cualquier supermercado y tiendas de confitería. Solo pídelo como maíz para cotufas, rosetas o palomitas, es lo mismo. Ahora, una vez dispuesto el caldero, si estas usando el maíz crudo en grano, vamos a calentar ese caldero y le vamos a poner aceite, pero no le añadiremos la sal. Podríamos sustituir el aceite por mantequilla o margarina, sin embargo, puede que sepan mejor sin sal. Las dejamos solo con el aceite. Esto ayudará a que calienten rápido, que no se peguen al metal de la olla o caldero y que no se quemen. Esperamos a que comiencen a explotar. En ese momento, bajamos a medio fuego y ponemos una tapa. Dejaremos que exploten, apagamos la hornilla cuando ya no se escuchen maicitos explotando.

El caramelo

Mientras las rosetas están en pleno apogeo, iremos preparando en un sartén o una ollita pequeña, ½ taza de agua y 6 cucharadas de azúcar. Si queremos que tengan un sabor particular, podemos añadir 1 cucharada del zumo de frutas que se prefiera o para los mas exquisitos, ½ cucharadita de cacao en polvo y ½ cucharadita de leche entera. Si usamos leche líquida, quedará demasiado aguado. Dejaremos cocinar y sin parar de remover hasta que empiece a hervir. Cuando esto ocurra, removemos enérgicamente y dejamos hervir hasta que empiece a mermarse. Se va a tornar como una mezcla espesa, tipo melaza. El siguiente paso, es bañar las cotufas recién hechas con este rico caramelo. El sabor del caramelo depende del ingenio de quien lo prepara, podría ser caramelo simple de azúcar.

Preparamos en lugar de un caramelo simple, un trozo de jengibre bien triturado o licuado. Bañamos de azúcar y cubrimos con agua. Calentamos hasta que comience a hervir y bañamos las rosetas, con sabor a jengibre. Cuidado de no quemarse con el caramelo hirviendo.