Cómo comer sin apuros
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¿Cada vez que te sirven un plato de comida te lo quieres devorar?, ¿masticas tan rápido que en vez de comer tragas? Cuando las respuestas a estas interrogantes son afirmativas, eres una persona que no disfruta los alimentos y cada vez que se sienta para desayunar, almorzar o cenar cree que está en una carrera que premia a la persona que deje el plato vacío más rápido.
El mundo actual es cambiante y frenético. No suele haber tiempo para placeres nimios como caminar por un parque y a veces mucho menos para disfrutar la comida. Sin embargo, se debe tomar consciencia de que el tiempo para alimentar al cuerpo es necesario. Sobre todo para tener energía para el resto del día. Entre las claves que se encuentran para evitar ser un perro hambriento está mantener siempre el estómago lleno.
Frecuencia en vez de cantidad
Desayunar como un tigre no quiere decir que se permanezca más tiempo sin hambre, pues lo correcto es realizar varias comidas al día. Se recomienda entre cinco y seis. Por ejemplo, si se desayuna a las 8 de la mañana lo correcto es buscar alguna galleta o fruta para comer a las 11 am. De esta manera, cuando llega la hora del almuerzo, 1 de la tarde, el estómago tendrá comida aún que digerir.
Se debe realizar el mismo procedimiento entre el almuerzo y la cena. No se debe dejar al estómago en alarma, sino abastecerlo cada cierto tiempo: siempre con moderación y sin excesos.
Desactivar el instinto animal
El psicólogo Iván Pavlov observó que los perros reaccionaban al estímulo de la campana para la comida con salivación. Los seres humanos reconocen ciertos patrones que les indican que llegó la hora de comer. Si bien es cierto que hay ciertos impulsos que no se pueden controlar, reaccionar con mayor poder sobre sí mismo ayudará para tener una comida más placentera.
Para desactivar el instinto animal también sirve pensar que se encuentra en una mesa de gala, en donde los modales cobran especial importancia.