Cómo hacer brotes y germinados caseros
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Cómo hacer brotes y germinados caseros
Especialmente a la hora de cocinar son muchos los germinados que utilizamos, pero que de pronto no conseguimos en el supermercado. Por ello, es importante aprender a hacer los brotes y germinados caseros, sin olvidar que además resultan más sanos y nutritivos, significando un ahorro adicional.
Hacer nuestros propios brotes y germinados caseros nos da la garantía de obtener alimentos orgánicos y libres de pesticidas. Son saludables, llenos de energía, ricos en vitaminas y minerales, fáciles de digerir por nuestro organismo y como ya dijimos, nos permite ahorrar algo de dinero.
Los brotes son esa parte del tallo inicial, las primeras hojas y raíces de una semilla germinada recientemente, y en esta etapa es cuando alcanzan los mayores niveles de concentración de proteínas, vitaminas y sales minerales. Por lo que es importante, incluir los brotes y germinados dentro de nuestra dieta. Los más utilizados son los brotes de soja y los brotes de alfalfa.
Materiales para hacer brotes y germinados caseros
- Semillas (preferentemente orgánicas).
- Envase cilíndrico de vidrio de capacidad de 1 kilogramo.
- 1 trozo de gasa o tela muy fina.
- 1 elástico.
Paso a paso
Este proceso para hacer brotes y germinados en casa es realmente sencillo y los pasos a seguir son los siguientes:
- Primero debemos lavar muy bien las semillas y luego las ponemos a remojar durante cuatro horas aproximadamente. Una vez transcurrido este tiempo, se deben dejar sin agua por 2 horas.
- Una vez las semillas están secas, se colocan dentro del frasco de vidrio y se rellena con agua hasta alcanzar tres veces más la cantidad de semillas. La boca del frasco puede cubrirse con el trozo de gasa o tela muy fina para que no entren los insectos. Sujete el trozo de gasa o tela con el elástico.
- El frasco se debe colocar en un lugar obscuro y cálido. Cuando se trata de alfalfa, se recomienda dejarlo en este lugar de 10 a 12 horas.
- Luego de este tiempo, se escurre el agua sin quitar la tela; ya que ella evitará que salgan las semillas, y se enjuagan bien con agua tibia. Acomoda los granos a lo largo de la pared del frasco, y dejas en el mismo lugar, enjuagándolos 2 o 3 veces al día. Puedes hacerlo una vez al día. Al sexto día, colóquelos a la luz para aumentar su contenido de clorofila.
Entre 3 y 8 días, las semillas estarán germinando y los brotes caseros estarán listos.