Cómo aprovechar al máximo la fruta de la pasión
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La fruta de la pasión o parchita es un fruto cítrico de un sabor muy agradable y perfume penetrante que puede ser utilizada en su totalidad, de diferentes maneras. Acá te decimos cómo preparar la fruta de la pasión para aprovecharla al máximo.
Postre de fruta de la pasión
El postre de fruta de la pasión se prepara de manera muy simple. Lava la fruta de la pasión (un kilo aproximadamente) y córtala a la mitad, extrayendo la pulpa. Ésta debes colocarla en la licuadora junto con dos tazas de agua fría y una taza y media de azúcar. Licúa bien y luego cuela el jugo para eliminar los rastros de las semillas.
Ahora lleva a fuego medio el jugo en una olla; reserva una taza de jugo para agregarle de 4 a 5 cucharadas de almidón de maíz (maicena). Cuando el juego esté tibio, agrega la taza de jugo con maicena y remueve bien. Mantén la preparación en el fuego mediano-bajo hasta que se cocine y adopte una consistencia cremosa. Baja del fuego y coloca el postre de fruta de la pasión en tazas de una porción. Lleva a refrigerar para que cuajen por completo y sirve frío.
Jugo de cáscara de fruta de la pasión
Este jugo es poco conocido y de hecho, puede ser preparado también como una compota al unirse con maicena. El jugo de cáscara de fruta de la pasión se obtiene hirviendo las cáscaras por media hora aproximadamente, o hasta que éstas al ser pinchadas con un tenedor, tengas una suave consistencia. De dejan enfriar y se les retira la piel brillante. Luego, se colocan en la licuadora con una taza de agua fría o un poco más, y azúcar al gusto. La densidad de este jugo es similar a la de los néctares de durazno y guayaba y el sabor es muy refrescante.