Cómo afeitar una piel sensible
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Afeitarse es algo muy común, que todo hombre que se cuida debe hacer. Aunque, pueda parecer un poco complicado, se ha demostrado que afeitarse es una tarea muy sencilla y con el paso del tiempo, las personas pueden convertirse en maestras del afeitado.
En el caso de personas con pieles especiales, es necesario llevar a cabo un tratamiento especial para afeitar una piel sensible, ya que esta tiene ciertas necesidades específicas, que otro tipo de pieles no tiene.
El proceso para afeitar una piel sensible no es muy extremo y no es necesario contar con productos costosos, que puedan hacer que la persona deba ajustar su presupuesto familiar para no tener problemas de picor o hinchazón.
Antes de afeitar una piel sensible
Es necesario mantener una buena hidratación en la piel si se quiere afeitar una piel sensible. Este proceso de hidratación no es muy extenso y solo consiste en aplicar un poco de agua termal sobre el rostro y una crema hidratante con mucha antelación.
La clave para que la piel no tenga problemas durante el afeitado, es mantener la hidratación. Las aguas termales son productos especiales que se pueden encontrar en tiendas de venta de productos para el cuidado personal.
Afeitar y volver a hidratar
Afeitar una piel sensible es igual que afeitar una piel normal, se aplica espuma o gel de afeitar y luego se pasa la hojilla, o la máquina de afeitar, en caso de tener una. Si se quiere afeitar una piel sensible con productos de primera, se pueden utilizar cremas especiales para afeitar, las cuales tienen una textura ligera y adaptable a la piel.
Cuando se termina de afeitar una piel sensible, se debe volver a hidratar. Lo ideal sería aplicar una crema para la piel con un efecto emulsionante, la cual ayuda a que la capa de piel rasurada se recupere y evite los rosetones.