Cómo hacer yoga
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Cómo hacer yoga
Es una práctica de ejercicio muy común hoy en día. Se usa el propio peso del cuerpo para ejercitar de manera eficaz los músculos. Y no significa un esfuerzo físico de una dificultad superior.
Es bueno hacer de la práctica de esta disciplina algo que pueda formar parte de la cotidianidad. Con hacerlo por la mañana o por la noche, por un tiempo de 10 minutos, comenzarás a notar los beneficios a largo plazo con tan solo el compromiso constante de hacer ese pequeño entrenamiento físico. No existen limitantes de ningún tipo, ni en cuanto a la edad, ni siquiera si la mujer está embarazada. Es más bien recomendado por los médicos obstetras y demás, ya que al ser un ejercicio de alto impacto, no es peligroso para la madre o el bebé.
Ten a la mano tu equipo de yoga. Colócalo en un lugar que te resulte visible. Trata de incorporarlo a tu vida haciendo que forme parte de tu rutina diaria. Es decir, conviértelo en un hábito. Lo harás después sin obligarte a ti mismo, tu cuerpo sentirá los efectos deseados.
Por cuánto tiempo debo practicar
El determinar el tiempo de duración de la práctica de yoga es de suma importancia. Esto te permitirá organizar tu día en función de lo que debes hacer, además de poder experimentar cada movimiento sin tener tu mente dispersa. Es decir, sin pensar en algo que no sea los ejercicios y estiramientos que estén haciendo en ese momento.
El yoga es una práctica que, bien realizada, te permite despojarte de las tensiones y preocupaciones diarias. Es importante que en la parte final de la práctica, te permitas unos minutos de meditación. Esto te permitirá relajarte a un nivel máximo antes de seguir con tu rutina.
Recomendaciones generales
Busca tiempo para ti, y el lugar adecuado para practicar. Utiliza ropa cómoda. La mejoría en la práctica de los movimientos va a ir aumentado con el tiempo. Progresarás dependiendo de cuán constante seas hasta conseguir tu objetivo.
Pero no te desesperes, nada de esto ocurrirá de un día para otro. Cada ritmo y cada persona es diferente. Varía la práctica, es decir no hagas siempre las mismas posturas. Sé constante pero no de manera rigurosa. Realiza una secuencia de práctica que sea equilibrada. Ve sumando cosas nuevas. Y si deseas, practica en grupos o con un compañero en lugar de practicar solo(a). Esto muchas veces aumenta la motivación y hace la práctica más amena.