¿Cómo hacer una limpieza espiritual?

Realizar una limpieza espiritual es necesario para creyentes y no creyentes. Esto no es más que el ritual que se realiza cuando se desea cerrar ciclos en la vida o sanar una herida emocional. Si quieres aprender cómo hacer una limpieza espiritual, continúa leyendo las próximas líneas.

Limpia tu hogar

Antes de comenzar a meditar y prender inciensos, no puedes dejar de lado la limpieza de tu espacio físico.

Según Marshall McLuhan, todo objeto material es una clara extensión de nuestro cuerpo. Limpiar y deshacerse de todo aquello que no utilizas es vital. Todo objeto genera una carga energética y, si no se mueve, se condensa en ese lugar. Por lo tanto, abrir espacio te generará un ambiente más armónico.

La mejor forma de limpiar tu hogar para realizar una limpieza espiritual es barriendo todo, desde el último rincón, hasta la puerta. Sacarás no solo todas las impurezas físicas, sino también las mentales.

Escribe

¿Por qué deseas hacer una limpieza espiritual? Escribe lo que te molesta o genera una carga para ti en hojas de papel. No importa si son dos líneas o 12 páginas, lo importante es que todo quede plasmado allí. Al finalizar sentirás que has desechado todo lo que te molesta y lo imprimiste en esas páginas.

Armoniza

Coloca música que te genere tranquilidad. Si deseas encender un par de inciensos, es el momento idóneo, siéntete libre de hacer lo que quieras. Puedes bailar, vestir lo que desees, es en este momento que comienza la parte más importante de este ritual de limpieza.

Quema y restaura

Estas dos palabras son esenciales al momento de comenzar tu ritual de limpieza espiritual. La carta que escribiste deberás quemarla para que el viento se lleve los malos pensamientos y el fuego los consuma. Quemar para purificar y renovar la materia es una buena práctica.

Esta parte del ritual servirá para comenzar nuevos ciclos desde las cenizas. Sin olvidar para poder generar un aprendizaje, pero soltando los rencores que te generan todas esas situaciones molestas.

Medita

Meditar es volver a estar en la matriz. Imagina a un bebé en el vientre de su madre, sin ningún pensamiento, con sus ojos cerrados, y su cuerpo conformándose. Eso es meditar.

Cierra los ojos y no emitas ningún pensamiento, concéntrate en ti. Este es el momento más difícil de la limpieza. Siente todo lo que existe a tu alrededor. No estás solo, puedes seguir adelante.

Al comprender eso, realizaste una excelente limpieza espiritual sin ningún producto del mercado, sino trabajando contigo mismo.

Si quieres seguir profundizando en el tema espiritual, te recomendamos leer el siguiente artículo, donde podrás enterarte cómo tener un equilibrio cuerpo-mente: https://comolopuedohacer.com/equilibrio-cuerpo-mente