¿Cómo evitar la ira?

Llegas del trabajo, con un tráfico terrible y las calles atestadas de gente para nada educada. La casa está vuelta un desastre, quien debe ayudar a ordenar está holgazaneando. Los niños no conocen el orden y tú explotas, seguramente de la peor manera. Aunque se sienta como un mecanismo de desahogo, es necesario evitar la ira.

Todo tiene su lado positivo y negativo. Por consiguiente, es vital controlar ese estado emocional porque puede resultar perjudicial. Lo mejor es que es más fácil de lo que muchos creen. No tienes que ir a terapia con un psicólogo a quien pagarle sesiones costosas. Mucho menos tomar píldoras innecesarias para evitar los “ataques de estrés” o “eventos de depresión”.

¿Cómo evitar la ira?

Todas son proyecciones

¿Te has preguntado por qué a la gente que está todo el tiempo feliz usualmente le va bien? Dependiendo de cómo veas la vida, ella te verá a ti. Según la Ley de la Atracción, si te levantas con buenos pensamientos, y te mantienes así, todo alrededor cambiará en positivo. Si comienzas a realizar ese cambio, todos lo notarán. Aunque muchos te pregunten “¿qué te sucede?” mantén tu filosofía de vida.

Todo lo que dices, siempre se cumple, sea bueno o malo. Si tienen hijos, muchos se preguntan “¿por qué son así?”. Los llevan a terapia sin revisar qué es lo que hacen como padres para fomentar esa reacción en los niños. Sin embargo, esa respuesta no la tiene el psicólogo o el terapeuta, debe formularse y responderse desde el interior de cada quien.

¿Cómo evitar la ira?

Reconocer de dónde viene para evitar la ira

Nuestra personalidad se moldea desde que nacemos, hasta que cumplimos siete años de vida. Se consolida desde los 11 hasta los 17 años. ¿Te molesta que hagan sonidos en la mesa? Antes de gritar, pregúntate porqué te causa molestia. Seguramente aparecerá en tu recuerdo algún familiar que te reprendía a ti y a varios por eso.

A tu hijo no le molesta para nada dejar la ropa sucia en el piso de su cuarto. Así que no explotes al frente de él. Es mejor que te des cuenta que esa molestia proviene de ti. Pregúntate qué ganarás si reaccionas con impulsividad y más bien lo sorprendes con una conducta que él no espere.

Ponte a prueba por una semana, sigue estos pasos al pie de la letra. Verás como poco a poco tu estado de ánimo, y por ende tú alrededor, irá cambiando. Que no te molesten los comentarios de reacciones negativas y extrañadas de tu nuevo comportamiento. Fomenta lo positivo, enséñales a tus hijos cómo quieres tú que sean y disponte a evitar la ira.

 

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