¿Cómo descansar tus piernas?

Hagas o no actividades durante el día, tus piernas suelen sufrir las consecuencias. Las personas que realizan actividades físicas de forma diaria puede que, en ocasiones, sufran de molestias en la parte central de sus piernas; sin embargo, aquellas que son sedentarias también suelen sufrir de estas complicaciones. Debido a que las molestias en las piernas son muy comunes, los métodos para aliviarlas son muy sencillos. Si te interesa conocer cómo descansar tus piernas, descúbrelo en las próximas líneas.

Eleva las piernas

El primer ejercicio para descansar las piernas que te enseñaremos hoy; consiste en mantenerte sentado o acostado y elevar ambas piernas hasta la máxima altura que puedas. Por supuesto, en caso de que estés sentado, deberás buscar una superficie plana que te ayude a gozar de estabilidad.

Si estás trabajando en la oficina y ya estás empezando a sentir molestias en esta área, ¡tranquilo! También hay ejercicios que podrás hacer mientras trabajas y te permitirán descansar tus piernas. Eleva cuidadosamente una de tus piernas hasta mantenerla completamente horizontal, estira suavemente los dedos (siempre y cuando el calzado que lleves te lo permita) y continúa en esta posición durante un máximo de 1 minuto. Acto seguido, podrás repetir los pasos mencionados anteriormente con la otra pierna hasta, finalmente, activar ambas.

¡Sal a caminar, o bajar y subir escaleras!

Hablando de activar las piernas, pasar demasiado tiempo sentado puede provocar lo que comúnmente conocemos como hormigueo. Para evitarlo y lograr descansar tus piernas, es recomendable levantarse del asiento y caminar un poco. En caso de que no puedas hacerlo en la habitación en la que te encuentres, sal de ella y, si es posible, sube y baja algunas escaleras. Este movimiento permitirá que el flujo de la sangre de tus piernas se active y, así, el hormigueo desaparezca completamente.

Por último, pero no menos importante, otra técnica que puede serte de gran ayuda al momento de querer descansar tus piernas, es simular el movimiento de pedaleo. Si estás sentado en este preciso momento; sube una de tus piernas, sin flexionar la rodilla, e inmediatamente bájala, repite los pasos anteriores y añade, cada vez más, rapidez.

Con las técnicas mencionadas anteriormente, podrás hacer que tus piernas descansen tranquilamente y, a la vez, se activen para evitar que las molestias puedan aparecer en algún momento del día. No olvides repetir constantemente cada uno de estos movimientos; especialmente antes de que los dolores puedan aparecer, de manera que funcione como método preventivo ante la aparición de la molestia.