Cómo cambiar mi estilo de vestir
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Cómo cambiar mi estilo de vestir
Siempre han dicho que cuando una persona busca hacerse un cambio de look, y es porque hará cambios importantes en su vida. Cierto o no, a veces sentimos la necesidad de transformar nuestro aspecto. Puede ser porque ya no nos sentimos cómodos con lo que proyectamos, o porque queremos darle otro aire a nuestra imagen.
El problema se presenta cuando, al hacer un cambio de look, este pasa desapercibido. O peor aún, es tan radical que termina yéndose a los extremos. Es por ello que a continuación te daremos algunos consejos para mantener un balance entre tu esencia y lo que quieres proyectar.
Procura hacer el cambio poco a poco
Tienes que tomar en cuenta que los cambios de look bruscos lograrán un impacto importante en las personas que te rodean, incluso en ti mismo. Por esta razón tienen que darse de forma gradual. El secreto está en cambiar poco a poco elementos que no te gustan, hasta quedar conforme. Debes tener claro qué es lo que te favorece y se adapta a tu físico. Y deberás buscar la manera de resaltar lo mejor de ti y enfocarte en eso. Así tendrás una especie de marca personal que te caracterice. Con el tiempo, al hacer una comparación desde el yo inicial, te darás cuenta de la evolución que has experimentado.
Combinar nuestras prendas, con cosas distintas
Para que un cambio de estilo sea exitoso, tienes que innovar ciertos aspectos. El cabello y los rasgos faciales son importantes, pues son los sitios donde las personas concentramos la mirada al tener contacto con otras. Así, un buen corte y la renovación de accesorios son ideales para una nueva apariencia. También es relevante cambiar el estilo de maquillaje.
Por último, al adentrarnos en un cambio de estilo, también estamos hablando de revolucionar nuestro guardarropa. Hay que recalcar que no estamos hablando necesariamente de comprar vestidos y calzado nuevo. Un cambio de estilo implica la alteración de nuestra perspectiva. Y esta no es más que la forma en la que combinamos las prendas con nuestro cuerpo. Hay que tomar en cuenta que el porte y la actitud son fundamentales. Y estos van complementados por la variabilidad y los atuendos que somos capaces de armar. Por lo que es necesario que nos sintamos cómodos con lo que tenemos mientras compramos cosas nuevas.